La política exterior de China se rige por los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica: el respeto mutuo a la soberanía y la integridad territorial, la no-agresión, la no interferencia en asuntos internos, la coexistencia y el la igualdad y el beneficio mutuos. Se fijaron en 1954, en pleno fragor de la guerra fría y, aunque el contexto actual es diferente, siguen vigentes.
En la actualidad, el mayor objetivo de Xi Jinping es crear una «comunidad de futuro compartido para la humanidad». En otras palabras, crear un orden mundial en el que ningún país pueda imponer sus valores sobre otros. Así, China aspira a lograr que la situación internacional le permita concentrarse en su desarrollo.
La historia contemporánea de China tiene un gran peso en su política exterior. En concreto, el impacto del «siglo de las humillaciones», entre la Primera Guerra del Opio (1839-1842) y el final de la Guerra Civil china (1949). En aquella época, el país tuvo que ceder territorio a las potencias occidentales, Rusia y Japón. De hecho, la situación de Hong Kong tiene su origen en este periodo: fue colonia británica hasta 1997.
El PCCh es un elemento clave de la política exterior de China. Desde la proclamación de la República Popular, en 1949, el partido la adaptado a las necesidades de cada momento. Encontramos ejemplos de su pragmatismo en el inicio de relaciones con países como España, en 1973.
Finalmente, en esta sección analizaremos todos los factores que influyen en la manera que el gigante asiático se relaciona con el mundo.